La primavera se ha
adelantado un tanto en este final de invierno tan extraño, entre emergencias
climáticas, cuarentenas y coronavirus. La reclusión te hace disponer de tiempo
para temas que, a lo mejor, no aparecen los primeros en la agenda y para los que
normalmente no queda tiempo.
Este final de invierno he podido preocuparme más por
el seguimiento de mis árboles y fotografiar a algunos en defines fases, arios
días seguidos. Los iré mostrando según vayan cambiando significativamente en entradas
sucesivas.
Aquí muestro uno de
los manzanos (Malus halliana) empezando
a abrir sus flores.
Aquí cuando ya
estaban casi todas abiertas. Aún quedan algunos capullos pero está volviendo el
mal tiempo y se están cayendo algunos pétalos y si espero más la foto no
quedará bien.
En estas fotos
muestro el otro manzano (Malus halliana),
visto por dos de sus lados. Igual que en el caso anterior, sin tener abiertos
todos los capullos.
Igual que ante, ya
con los capullos abiertos. Es una pena que esta segunda tanda de fotos la tuviera
que hacer un día nublado.
Un Acer palmatun nishiki con el precioso color dorado que tienen las
hojas al abrirse en la primavera.
Mi arce negundo (Acer negundo) al poco de empezar a
brotar. Llevo un par de temporadas recuperando este árbol porque hubo un año en
el que se empezaron a secar alguna de las ramas más importantes, concertante la
segunda baja (ahora se ve como una horquilla) y algunas de las cercanas al
ápice. Tras trasplantarlo y cambiarlo de maceta parece que se va recuperando
porque están apareciendo brotes en varios puntos de las ramas y del tronco;
todavía no hay ninguno en las zonas que me gustaría y me resisto a hacer un
injerto. Es verdad que el arce negundo no es especialmente apropiado para
cultivarlo como bonsái, porque tiene unas hojas compuestas muy grandes y difíciles
de reducir, pero en éste árbol he logrado un nebari espectacular que no quiero
que se pierda.
Las raíces se desarrollan
regularmente hacia todos los lados creando un nebari en forma de plato precioso
para mi gusto.
Este año otra de
las glicinias de
China (Wisteria sinensis), que cultivo
desde la semillas de otra más grande que tengo en la terraza, la que cultivo en
cascada, va a dar flores de nuevo. Espero que no se pierdan con las lluvias.
En pocos días
estará abiertas del todo y las pondré en otra entrada.
Ya queda menos.
Este es el arce palmado (Acer palamatun) que recuperé de un árbol ornamental. Aún no le he
limpiado las ramas que se han secado durante el invierno; como se mantiene
flexibles mucho tiempo, hasta que no veo que no brotan no las corto. Creo que al año que bien lo tendré que cambiar
de maceta, porque lo veo un poco desequilibrado de tamaños.
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