domingo, 29 de mayo de 2011

Trabajos con un madroño

Encontré un madroño de porte medio en 2003 en un vivero, ofrecido como arbusto decorativo de jardín, y creí ver en él potencial para convertirlo en un bonsái. Después de adquirirlo lo podé drásticamente dejando el arranque de las ramas principales nada más.  Le quité la mayoría de las hojas y realicé una primera reducción del cepellón. Lo planté en una maceta de entrenamiento grande y esperé a ver cómo progresa. El resultado fue positivo y empecé a pensar en cómo diseñarlo para un futuro bonsái.
El madroño es un árbol que puede brotar tras de una poda radical desde cualquier punto de su madera, por eso no me importó la poda que hice. Esperé a ver los nuevos brotes, que aparecieron generosamente, y los seleccione para que las ramas que brotaran le fueran dando forma.
 El madroño como bonsái tiene un inconveniente, y es el alargamiento excesivo de sus ramas, que tienden a desarrollar únicamente la yema final; eso provoca una forma muy poco estética de su imagen. El procedimiento clásico de resolverlo es podarlo drásticamente cada 4 ó 5 años, cuando el árbol ha perdido su forma. Tras esa poda hay que esperar a que los nuevos brotes surjan en el sitio deseado, algo que no siempre ocurre.
Yo utilizo otra técnica que espacia esas podas varios años más. Consiste en podar las ramas, justo antes de que empiece el árbol a brotar en primavera, dejando dos o tres hojas del año anterior nada más. De este modo reduzco mucho las ramas que se han crecido la primavera anterior, pero controlando los puntos de brotación. El árbol tardará en volver a iniciar la brotación unas semanas, pero si la rama está sana y hay suerte, en cada rama, en el lugar donde quedaron las hojas, se abrirá más de un brote, creándose una ramificación más densa y fina. Este sistema evita que haya que hacer poda radical y perder el trabajo de formación de años con demasiada frecuencia, al tiempo que permite obtener una mejor ramificación.
Ésta era la imagen del árbol tras comprarlo en el vivero y podarlo drasticamente...

...y éste el aspecto que tenía un año después.

 
Imagen del árbol tras un corte completo de ramas para provocar la aparición de yemas en la madera.

Imagen de una rama completamente podada y una vez abiertos los nuevos brotes.

Este año de 2011 después de la brotación...

...y tras el alambrado y limpieza de hojas antiguas, ya innecesarias. Su altura altual es de 65 cm.

Ésta es la imagen de la pequeña figura que decora la maceta. Se trata de un dragón de madera haciendo cabriolas que conseguí en un viaje a China.

Imagen del nebari

Otra imagen del tronco, de casi 20 cm de diámetro, pero sin un arranque excesivamente atractivo de las raices.




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